Profesora graduada en Educación
Preescolar (2003) y Magíster en Educación Preescolar (2008) de la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador en su Instituto Pedagógico Rural Gervasio
Rubio; adscrita durante 12 años como docente de aula titular del Ministerio del
Poder Popular para la Educación en
Venezuela, en el subsistema de educación básica primaria en la atención
pedagógica de niños y niñas desde los dos años de edad hasta los 7 años, representado
por los niveles de la Educación Inicial maternal, preescolar y primer grado.
Al momento de iniciar estudios
doctorales primeramente doy las gracias a Dios por tener la posibilidad de continuar
mi formación académica representado en el enriquecimiento de nuevos
conocimientos y experiencias significativas, las cuales favorezcan el desempeño
en el aula a favor de los niños y niñas; De igual modo, a mi familia por el
apoyo, especialmente a mi esposo quien es mi guía en dicha formación; además a
la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico Rural
" Gervasio Rubio" mi casa de estudios, casa de formación
docente.
A modo de comprender y poder
explicar la proyección personal en función de los estudios doctorales iniciados,
es necesario retomar lo realizado en mi tesis de maestría, en la cual llevé a
cabo una investigación enmarcada en el paradigma cualitativo bajo el método de
estudios de caso, acerca del
Comportamiento del niño en Educación Preescolar. En la misma obtuve que
es la familia quien ejerce la mayor orientación en los primeros años de vida, y
modelos de comportamiento social a seguir, así como la formación en valores tales
como: el respeto, la solidaridad, entre otros de vital importancia para las
relaciones sociales.
En el Estudio la mayoría de las
familias desconocía el desarrollo evolutivo del niño y la niña en especial en
las áreas sociales y emocionales, lo cual generaba conductas inapropiadas en el
aula. Además la totalidad de los sujetos evaluados convivían con familias
numerosas y quedaban al cuidado de hermanos mayores o tíos, en aquel momento se
propuso unas orientaciones a las familias a fin mejorar los comportamientos de
los niños y las niñas.
Con el pasar de los años he
observado que siguen llegando nuestros niños con las mismas necesidades, y que
además hay mayor agresividad e intolerancia en el aula de clases lo cual genera
una serie de problemas ambientales para el desarrollo pedagógico. Dicho esto mi
principal preocupación la constituye entonces el estudiar a las familias en su
contexto a fin profundizar su influencia en la personalidad y comportamiento
del niño, lógicamente esto como una aproximación a un posible objeto de estudio
que pueda ser estudiado y comprendido conforme a la realidad del contexto en el
que se presenta y de los sujetos que lo viven, y que brinde la posibilidad de
ofrecer aportes teóricos que contribuyan a mejorar la labor de la familia y la
escuela en la formación de niños y niñas.